INTRODUCCIÓN (Parte II)
LA CULTURA... ¿DIGITAL?
¿Qué es la «cultura digital»? Primeramente, la palabra “cultura” proviene del latín cultum, que significa «cultivar», lo que nos recuerda a un agricultor sembrando semilla. Ampliando la definición, la cultura es lo que se siembra y da frutos (en este caso, hablamos de conocimientos). Por otra parte, la palabra “digital” se deriva del latín digitus, es decir, «dedos» de las manos. ¿Y cómo se relacionan los dedos con las computadoras? En cierto sentido, nuestros dedos son la primera computadora que tuvimos. Esto lo decimos porque la palabra “computadora” viene del latín computar, que significa «contar». ¿Y qué es lo primero que usamos para hacer cuentas? Claro que sí ¡los dedos! Estos fueron (y aún siguen siendo) nuestro primer “instrumento” para computar cifras (que alivio que siempre está “a la mano”).
Sintetizando, una definición sencilla de «cultura digital» sería “conjunto de conocimientos que nos permiten usar la computadora”. Ampliando más el concepto, lo definimos así: “conjunto de conocimientos técnicos y prácticos que permiten a una persona usar la tecnología para resolver problemas y cubrir necesidades de la vida cotidiana”. A quien no sabe usar la tecnología, se le califica de “analfabeta digital”.
No basta con saber que existe la tecnología: debemos aprender a usarla.
ANALFABETISMO DIGITAL
Un “analfabeta” (literalmente: “sin alfabeto”) es una persona que no sabe leer ni escribir. La escritura y la lectura han marcado tanto a la humanidad, que su uso es básico para desenvolvernos y crecer en sociedad. ¡Pues lo mismo ocurre con las computadoras! Han marcado tanto a la humanidad, que ignorar su existencia —o su valor— nos limita y deja obsoletos. Por esa razón, es correcto calificar de «analfabeta digital» a toda persona que desconoce o no sabe usar la tecnología.
Nativos e Inmigrantes digitales
¿Cuál eres tú?
En estos tiempos, hay dos tipos de personas: los «nativos digitales» y los «inmigrantes digitales» ¿qué distingue a cada uno? Según el diccionario, se le llama “nativo” a alguien con relación al lugar en que nació (si yo nací en la Ciudad de México, puedo decir que soy nativo de este lugar). ¡Ahora todo está más claro! Un nativo digital es una persona que nació en plena era tecnológica; en otras palabras, es un fulano que nació rodeado de computadoras, tabletas, smartphones y todas esas “mugres” (como dice la abuela). ¡Ah, con razón los jóvenes de hoy entienden perfectamente eso del “waifay” y el “blutut”! Pues claro... ¡nacieron en medio de todo eso!
¿Qué hay de los inmigrantes digitales? Un “inmigrante” es una persona que se establece en un lugar donde no nació, como los mexicanos que van en búsqueda del “sueño americano”. Por ende, un inmigrante digital es quien no aprendió a utilizar de forma natural la computadora, porque nació y creció en una época donde no eran fáciles de obtener ni eran tan populares como hoy, ¡con razón les cuesta tanto entender eso del “feis” y “yu tub”!
Para los nativos digitales es sencillo dominar cualquier dispositivo computacional porque, desde que tienen uso de razón, viven rodeados de tecnología.
¿Es usted un inmigrante digital?
Si la respuesta es sí, ¡felicidades! La guía que frente a sus ojos será el primer paso que le ayudará a adaptarse con éxito a esta era digital. Pero, ¿cómo? ¿Es eso posible? ¡Por supuesto! Pero como todo en la vida, usted debe pagar un precio: tiene que leer y pensar en lo que lee. ¡Afortunadamente, yo le ayudaré para que el camino sea sencillo y agradable!
Yo soy un Nativo digital: ¡Ya la libré!
¡Pues no! Sin afán de ofender, muchos nativos digitales son unas amenazas para su pobre computadora. ¿Por qué? Si se supone que son los “masters” de la computación... ¿qué los hace tan brutos?
Al haber nacido con la “computadora bajo el brazo”, desde la tierna infancia se familiarizan con ella. Esto es bueno, pues aprenden a manejarla de forma natural. El problema es que muchos adquieren malos hábitos que se les vuelven costumbre y terminan arrastrándolos el resto de su vida. Esto me recuerda la última vez que conduje mi auto por las avenidas del Distrito Federal, donde me encontré a centenares de pseudo conductores poniendo en riego su vida y la de los demás. ¿Cómo es posible que las personas manejen tan mal? En la mayoría de los casos, no es cuestión de que sean principiantes: el problema está en que aprendieron a conducir informalmente, pues el papá, el tío o el amigo les “enseñó”. La falta de formalidad en su aprendizaje los llenó de malos hábitos que se les hicieron costumbre. ¡Pues exactamente eso le ocurre a los nativos digitales!
Una trillada frase de los padres es: “mis hijos ya traen el chip integrado”, en otras palabras: “mis hijos ya son muy salsas para la tecnología”. Esto es parcialmente cierto. Hay que destacar una importante verdad: una cosa es usar, y otra es saber usar. Una ocasión tuve que podar el césped con unas tijeras de jardinero, la verdad me costó mucho trabajo, pues aunque usé las tijeras, realmente no sabía usarlas , pues desconocía la técnica apropiada. Cuando usamos cualquier herramienta a lo bruto, ni haremos bien el trabajo y pondremos en riesgo nuestra integridad física... incluso la vida. Muchos nativos digitales, efectivamente, usan la tecnología, pero sus acciones ponen en evidencia que lo hacen sin realmente saber lo que están haciendo. Algunos ejemplos de malos hábitos comunes en los nativos digitales son:
- Promueven cadenas por correo electrónico o a través de las redes sociales.
- Registran sus datos personales en sitios web fraudulentos del tipo: “Mira quién te borró del MSN” o “Entérate quién visita tu perfil en Facebook”.
- Aceptan y envían solicitudes de amistad a cuanto fulano se encuentran en sus redes sociales.
- Manejan una única cuenta de correo electrónico para todo.
- Creen que el antivirus los protege de todo “mal”.
- Usan la laptop en la cama.
La conclusión es obvia: todos —nativos e inmigrantes digitales— aún tenemos mucho qué aprender.
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